Introspección

LA SINCRONICIDAD O SINCRODESTINO…

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Cuando existe una coincidencia de eventos lo podemos llamar casualidad, pero cuando es una causa a través de un efecto lo llamamos causalidad.

Podemos decir que la sincronicidad es el tiempo justo donde dos a más eventos coinciden, y si coinciden podríamos estar hablando de coincidencia, casualidad o causalidad.

Podemos decir en base a un ejemplo que cuando dos personas se encuentran es una casualidad, pero si detrás de esa “casualidad” existe la conexión de un pensamiento previo o el deseo simple de querer ver a esa persona, podemos estar hablando de causalidad, ya que sería el efecto creado de un pensamiento que atrajo ese encuentro.

En muchas oportunidades escuchamos decir que la “casualidad” no existe. Sin embargo, si nos basamos en el principio que somos creadores ya que estamos hechos a imagen y semejanza de nuestro Creador, entonces estaríamos hablando de “causalidad” y no de “casualidad”. Si somos creadores y partimos que nuestros pensamientos son los que hacen que creamos nuestro entorno, entonces estamos creando el evento que aparentemente es una coincidencia o casualidad en un evento causal.

Podemos decir que la sincronicidad es un evento causado desde la causalidad.

La sincronicidad es el producto de nuestro pensamiento creativo.

Para activar el sincronismo es necesario que exista una sincronización de las energías en nuestro cuerpo. O dicho con otras palabras, armonizar nuestro sistema energético. De esta manera nos sincronizamos con las leyes superiores del universo, y podemos crear la magia en nuestras vidas. Dicha magia es simplemente la causalidad de un evento que se crea en función a la sincronización de nuestra mente, sentimiento y espíritu.

La sincronicidad nos une con la luz divina y amor incondicional. Creer es crear y activar la energía para que se dé el evento que deseamos.

Cuando valoramos las coincidencias o los sincronismos y sus significados, nos conectamos con el campo de las posibilidades infinitas. A éste estado le podemos llamar sincrodestino, donde es posible alcanzar el cumplimiento espontáneo de todos nuestros deseos.

Cada coincidencia o sincronicidad, podemos considerarla como un mensaje o pistas del universo para que sepamos por donde va el camino o si estamos en el camino.

Es posible que estemos pidiéndole al universo una señal de por donde ir, y si estamos centrados y alertas; el mensaje, podría estar escrito en una valla publicitaria la cual nos puede estar dándonos una clave o pista para seguir conectándonos con lo que queremos o deseamos. Si por el contrario no existiese esa sincronización o armonía interior podemos leer la valla muchas veces sin tener la conexión de lo que estamos buscando o solicitando.

Las preocupaciones, el temor, las angustias, los pensamientos negativos, etc., no nos permiten poder llegar a la sincronización o sincrodestino.

SANDRA SALAZAR

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